Es imposible. Estar al tanto de todos los lanzamientos es una tarea árdua que requiere tiempo y estar muy al tanto de la prensa especializada. Death's Door es un juego que descubrí cuando llevaba ya tres años publicado y que, afortunadamente, pude verlo mientras navegaba por la tienda de Nintendo.
Como en otras ocasiones, fué Sara quien me dijo: "mira, ese tiene pinta de gustarte", mientras señalaba la imagen de un cuervo con una espada.
La rutina de cosechar almas
No recuerdo desde cuándo, pero los juegos con vista isométrica me gustan cada vez más y más. En esta ocasión, las mecánicas al más puro estilo Legend of Zelda (Phantom Hourglass) ó Tunic eran más que evidentes, por lo que sabía que me iba a encantar.
Y así fué. El triunvirato de música, gráficos e historia me dejaron con la boca abierta. Consultando mis notas, tardé poco más de una semana en terminarlo.
En cuanto a la historia, y sin desgranar excesivamente el argumento, nos ponemos en la piel de un cuervo que acude a su puesto de trabajo de cosechador de almas. Una vez en la oficina, los acontecimiento le llevan a verse envuelto en una serie de desdichas que hacen que todo el sistema se venga abajo y tenga que resolverlo.
Con este pretexto iremos resolviendo puzzles en diferentes biomas y escenarios mientras desvelamos qué ocurre con las almas cosechadas, la muerte y el Señor de las puertas. Desde brujas y ranas gigantes hasta caravasijas que nos piden ayuda. Todo ello acompañado de un factor de investigación bastante alto que se mezcla con un combate muy equilibrado.
La muerte sonora
En cuanto a la música: soberbia. Sabe destacar sin querer llegar a ser molesta. Compuesta por David Feen y disponible en Bandcamp. Yo mismo la utilizo cada día para escuchar de fondo y trabajar.